PORTADAS PARA CUADERNOS Y LIBRETAS CON DISEÑOS MARINOS 🌊 LA GRAN OLA DE KANAGAWA
En esta ocasión diseñamos dos portadas para cuadernos con ilustraciones del mundo marino. Ambas se basan en la repetición de patrones o figuras simples, así que las podemos categorizar dentro de las técnicas del Doodle o Zentangle Art.
Para realizar los dibujos he utilizado un bolígrafo negro de punta fina con un trazo de 0,4 mm y, para colorear, rotuladores escolares de doble punta con un trazo de 1 y 4 milímetros. El soporte en el que he realizado ambos dibujos es un folio de oficina corriente.
Por supuesto, no es necesario que emplees los mismos materiales ni que copies el dibujo al milímetro. Por ejemplo, puedes sustituir los rotuladores por ceras blandas, lápices de colores o bolígrafos. En cuanto al tipo de papel, adáptalo al propósito para el que vayas a utilizar la ilustración. Dibuja sobre cartulina o cartón si quieres crear una tarjeta o lámina decorativa; pinta directamente sobre una hoja de tu libreta si deseas ilustrar una portada.
 |
| Ideas de portadas para decorar cuadernos y libretas. Dibujos de olas y otros elementos marinos. |
¿Qué me ha inspirado?
Con frecuencia queréis conocer mis fuentes de inspiración y esa suele ser una pregunta difícil de responder. No es sencillo desandar el camino del proceso creativo y descubrir cuál ha sido el origen de determinada idea, pero en esta ocasión lo tengo bastante claro . La repuesta es Hokusai y, en concreto, su obra La gran ola de Kanagawa.  |
| Katsushika Hokusai (葛飾北斎) [Public domain], via Wikimedia Commons |
¿Quién fue Katsushika Hokusai?
Fue un pintor japonés que vivió entre los años 1760 y 1848. Hokusai es uno de los principales representantes de la escuela Ukiyo-e, en castellano "imágenes del mundo flotante".
¿Qué es el Ukiyo-e?
Es una manifestación artística que se desarrolló en Japón desde el siglo XVII al XX. Este arte se caracterizó por el uso de la xilografía o técnicas de grabado en madera y la representación de escenas costumbristas, incluyendo también cuadros de paisajes y otros de contenido sexual. Mediante estas técnicas de grabado se reproducían imágenes a un bajo coste, de forma que se volvieron muy populares entre la clase media japonesa.
Algunos datos sobre "La gran ola de Kanagawa"
-Mi interpretación personal-
"La gran ola" o "La ola" es la primera de las 46 xilografías de la serie "Treinta y seis vistas del monte Fuji". Como su propio nombre indica, esta serie representa al monte Fuji desde distintas perspectivas. En La gran ola de Kanagawa el monte aparece al fondo, diminuto, en contraste con un mar embravecido que domima el primer plano.También podemos apreciar tres embarcaciones de pescadores que tratan de sortear las olas.-Mi interpretación personal-
Como en un símil, las olas y el monte comparten tonalidades. Tanto la ladera del monte como el cuerpo de las olas lucen un azul intenso. El Fuji es coronado por nieve blanca, las olas por espuma del mismo color. Además, es interesante observar cómo la ola que vemos en primer plano tiene una silueta muy semejante a la del monte.
Ambas figuras podrían interpretarse como dos caras opuestas de la naturaleza, los dos extremos de un continuo que no es tal. Por un lado, está el monte que aparece al fondo inmutable y estático. El Fuji representa la estabilidad, lo que a simple vista no varía. Las olas son un símbolo del cambio y el movimiento constante. El mar, a diferencia de la montaña, fluctúa incesantemente. No obstante, a pesar del eterno vaivén marino, el cambio se realiza siguiendo un orden natural y esas leyes de la naturaleza, imperceptibles a veces al ojo humano, se reflejan en la simetría escalar de la espuma de las olas. Cada subdivisión en la espuma de la ola es una repetición, a menor escala, de la estructura de la que parte. Es decir, la espuma se fragmenta en olas de menor tamaño, pero todas ellas comparten una misma estructura o patrón.
En contraste con el mar furioso, los hombres dejan de ser protagonistas del cuadro, de manera que incluso sus cuerpos se camuflan con el entorno. Sin identidad, rendidos ante la fuerza del mar, los pescadores forman un todo que se enfrenta unido al temporal. Su propia existencia representa la paradoja de una naturaleza cambiante y estática al mismo tiempo. Individualmente, su vida pasa, es tan efímera como las gotas de agua que se escapan de las olas. Como grupo, son eternos.
En contraste con el mar furioso, los hombres dejan de ser protagonistas del cuadro, de manera que incluso sus cuerpos se camuflan con el entorno. Sin identidad, rendidos ante la fuerza del mar, los pescadores forman un todo que se enfrenta unido al temporal. Su propia existencia representa la paradoja de una naturaleza cambiante y estática al mismo tiempo. Individualmente, su vida pasa, es tan efímera como las gotas de agua que se escapan de las olas. Como grupo, son eternos.
◾◾◾
